NOS HAN NEGADO LA VOZ

Es más que sabido que los vecinos de Mequinenza queremos nuestra calle. Hace más o menos 30 años todos nosotros estrenamos casa y calle a la vez. Éramos los olvidados del barrio, tuvimos que luchar con la Junta Municipal para que nos pusieran papeleras y bancos. Plantamos los árboles con nuestras propias manos y durante años los cuidamos artesanalmente hasta que se vieron algo robustos. A nuestra calle venían a pasear gentes de toda Canillejas y en las noches de verano se hacían corrillos de vecinos que aprovechaban la bonanza de las temperaturas justo allí... debajo de los árboles.

Hace más de tres años, con el proyecto Parque Olímpico Sector Oeste, rompieron la calle, tiraron los bancos, las papeleras, arrancaron y talaron nuesros árboles. La zona destinada a jardín es un criadero de rastrojo y depósito de excrementos perrunos. El verano es insoportable, la temperatura ha subido al menos dos grados. Las ambulancias paran en las salidas de garaje, los caminones de gasoil se montan en los que serán "supuestamente" jardines. Los vehículos de servicios paran en el carril bici improvisado de mala manera provocando altercados entre ciudadanos. Los particulares que tenemos que transportar personas mayores nos vemos obligados a interrumpir la circulación. Pero lo peor de todo esto es que nos dicen que seguiremos así los años necesarios hasta salir de la crisis.

No estamos pidiendo que terminen las obras del Parque Olímpico Sector Oeste, estamos pidiendo que se nos den los servicios que teníamos y a los que tenemos derecho porque pagamos nuestros impuestos para ello. Hay alternativas de solución, pero quienes gobiernan no nos quieren escuchar. NOS HAN NEGADO LA VOZ.

martes, 14 de febrero de 2012

NUESTROS JARDINES

La ejecución modificada de parte de las obras del A.O.E. Parque Olímpico, Sector Oeste, duraba un total de 12 meses, habiendo transcurrido ese tiempo a finales del pasado año nos encontramos con unos trabajos inacabados o mal ejecutados.
Por un lado se dejó sin ajardinar todo el tramo que va desde la calle San Hilario hasta la Glorieta de Grecia. Actualmente tanto los ciclistas como los ciudadanos están aprovechando este tramo, pero cuando llegue el verano será tan inhóspito como un desierto.
Por otro lado, la parte ajardinada de la calle Mequinenza tiene parterres a los que no llega el regadío porque su instalación no funciona correctamente, lo que hace que muchas de las plantas estén completamente secas. En el caso de la rotonda, el sistema de riego que se supone automático, se desprograma continuamente y no corta durante la noche encharcando el agua. Montones de veces han venido de la empresa ejecutora, lo reparan y a los pocos días está nuevamente averiado.
Estos días de frio se han producido encharcamientos que terminaron en congelación. Dudamos que en primavera estas plantas resurjan.
Lo que preocupa a los vecinos de la calle Mequinenza es que no se esté haciendo todo lo necesario para el control de las obras y el requerimiento de los fallos. Esperemos que no se hayan pagado los más de cuatro millones de euros que costó este proyecto sin antes EXIGIR el buen funcionamiento de todas las instalaciones.